¿Cómo ganar el control de tu tiempo libre?
El ejemplo de cómo somos capaces de estar 7 horas con el fontanero porque se nos ha provocado una tremenda inundación en el sótano es la señal más clara de que son las prioridades lo que nos hace optar por tener o no tener tiempo para las cosas que realmente nos importan.
Y cuando nos centramos en lo que importa, podemos construir las vidas que queremos en el tiempo que tenemos.
I don’t have time. It is not my Priority
TRADUCCIÓN:
Cuando la gente descubre que escribo sobre la Gestión del tiempo asumen dos cosas: Una, que soy siempre puntual, cosa que no es cierto. Tengo cuatro niños pequeños y me gustaría culparlos por mis tardanzas ocasionales, pero a veces no es su culpa. Una vez llegué tarde a mi propio charla de gestión del tiempo.
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Lo segundo que asumen es que tengo un montón de consejos y trucos para ahorrar tiempo. A veces escucho de revistas que escriben historias sobre estos temas, sobre cómo ayudar a sus lectores a encontrar una hora extra en el día. La idea es que ahorremos tiempo en las actividades cotidianas, lo sumemos, y tengamos tiempo para lo importante. Cuestiono esta hipótesis, pero siempre estoy abierta a escuchar. Algunas de mis favoritas: hacer tareas cuando solo tengan que girar a la derecha,
Ser muy cuidadoso en el uso de microondas: si dice tres a tres minutos y medio en el paquete, conviene estar por debajo de esa cifra. Y mi favorito, es grabar tus programas favoritos para avanzar rápido durante los comerciales. Ahorrando ocho minutos cada media hora, en dos horas de televisión, se ahorran 32 minutos. Y es cierto. Pero ¿saben otro modo de encontrar 32 minutos? No ver dos horas de televisión al día.
En todo caso, la idea es ahorrar algo de tiempo, lo suman, al final conseguiremos todo lo que queremos hacer. Pero después de estudiar cómo la gente con éxito emplea su tiempo mirando sus horarios hora por hora, creo que esa idea es primitiva. No construimos la vida que queremos al ahorrar tiempo. La construimos primero y luego, el tiempo se ahorra por sí mismo.
Una de las mujeres que analicé sale un miércoles por la noche para algo. Llega a casa y encuentra el calentador de agua roto, y hay agua en todo el sótano. Si alguna vez les ha sucedido algo así a Uds., saben que es un desastre perjudicial y aterrador. Ella está peleando toda esa noche, y al día siguiente, llegan los fontaneros. Un día después, el equipo de limpieza se ocupa de la alfombra arruinada. Todo se va grabando en su registro de tiempo. Al final han sido siete horas de su semana. ¡Siete horas!
Estoy segura de que si se le hubiera preguntado al comienzo de la semana, «¿Podría encontrar siete horas para entrenar para un triatlón? » «¿Podría encontrar siete horas para educar a siete personas? » Estoy seguro de que ella habría dicho como la mayoría: «No, estoy muy ocupada. Pero cuando tuvo que hallar siete horas porque había agua por todo su sótano, encontró siete horas. Esto demuestra que el tiempo es altamente elástico. No podemos generar más tiempo, pero podemos estirarlo y meter en él lo que elegimos.
Y así, la clave para la gestión del tiempo es tratar nuestras prioridades al igual que ese calentador de agua roto. Para llegar a esto, me gusta usar el lenguaje de una de las personas más ocupadas que entrevisté. Es decir que dirige una pequeña empresa con 12 personas, y se ocupa de 6 niños en su tiempo libre. Contacté con ella para hacerle una entrevista. Recuerdo que era un jueves por la mañana, y ella no podía hablar conmigo. Por supuesto, ¿verdad?
Pero la razón por la que ella no podía es que ella había decidido salir a andar, porque había salido una hermosa mañana de primavera. Por supuesto esto me intrigó aún más, y cuando nos encontramos, ella me dijo: «Escucha Laura, todo lo que hago, cada minuto que paso, es una elección personal». Y en lugar de decir, «No tengo tiempo para hacer x, y o z,» Ella dice: «Yo no hago x, y o z porque no es una prioridad «.
«No tengo tiempo», a menudo significa «No es una prioridad.»
Si lo piensan, es un lenguaje más preciso. Puedo decir que no tengo tiempo para limpiar mis persianas, pero eso no es verdad. Si me pagaran USD 100.000 para limpiar mis persianas, lo haría rápidamente.
Dado que eso no va a suceder, puedo reconocer que no es un tema de falta de tiempo, es que no quiero hacerlo. Usar este lenguaje nos recuerda que el tiempo es una elección. Y de hecho, puede haber malas consecuencias por tomar elecciones diferentes, lo acepto. Pero somos personas inteligentes, y ciertamente a largo plazo, tenemos el poder de llenar nuestras vidas con las cosas que merecen estar ahí.
¿Entonces cómo lo hacemos? ¿Cómo tratamos nuestras prioridades al igual que ese calentador de agua roto?
Primero necesitamos averiguar cuáles son. Quiero darles dos estrategias para pensar en esto. La primera, en el lado profesional: Estoy segura de que mucha gente llega a fin de año y hace su resumen anual. Analizamos los éxitos, las oportunidades para el crecimiento que ha habido, etc… Pero creo que es más efectivo hacerlo si miramos hacia adelante. Imaginemos que es el fin del próximo año. Ha sido un año increíble profesionalmente. ¿Qué tres o cinco cosas hicieron que fuera así de bueno el año?
Pueden hacerlo para su vida personal, también. Estoy segura de que hay muchos, como yo, al llegar diciembre, consiguen tarjetas con alguna que otra hoja dobladas de papel, en el que se escribe lo que se conoce como «Postales de aniversario».
El motivo de estas «tarjetas», es decirle a nuestros amigos y familiares lo que hicieron importante durante el año en su vida personal. Así que este año ya pasó, pero quiero que supongan que es el fin del próximo año, y ha sido un año absolutamente increíble para usted y las personas que le interesan. ¿Qué tres o cinco cosas hicieron que lo hizo tan increíble? Pueden escribir ahora la próxima «Postal de aniversario».
Por favor, no la envíen. Pero pueden escribirla. Y ahora, entre el resumen anual en el trabajo y la carta familiar por aniversario, tenemos una lista de seis a diez metas para trabajar el próximo año.
Ahora tenemos que descomponerlos en pasos factibles. Quizás quieran escribir una historia familiar. Primero, pueden leer otras historias familiares, conocer el estilo. Quizás pensar en las preguntas que quieran hacer a sus familiares, hacer citas para entrevistarlos. O tal vez quieren correr un 5 km para lo cual necesitarían encontrar una buena carrera, registrarse, ver cómo entrenarse, y sacar esos zapatos del fondo del armario. Y entonces, esto es clave, tratemos nuestras prioridades al igual que ese calentador de agua roto, poniéndolas en el primer lugar de nuestro horario.
Un buen momento para hacerlo es el viernes por la tarde. El viernes por la tarde es lo que un economista llamaría un tiempo de «bajo costo de oportunidad». Muchos de nosotros no estamos sentados los viernes por la tarde diciendo: «Estoy emocionado de hacer progresos hacia mis prioridades personales y profesionales ahora mismo».
Pero sí estamos dispuestos a pensar en lo que deberían ser. Dediquen un poco de tiempo del viernes por la tarde, hagan una lista de prioridad con tres niveles: carrera, relaciones, yo. Hacer una lista de tres categorías nos recuerda que debería haber algo en las tres categorías. Carrera… sí lo pensamos; relaciones, yo mismo, no tanto. Pero de todos modos, sólo una breve lista, dos o tres temas en cada una. Luego busquen espacios en la próxima semana, y vean dónde los pueden programar.
Dónde planificarlos depende de Uds. Sé que va a ser más complicado para algunas personas que para otras. Quiero decir, la vida de algunas personas son más difíciles que otras. No va a ser fácil encontrar tiempo para tomar esa clase de poesía, si cuidan varios niños. Lo entiendo. Y no quiero minimizar la lucha de cualquiera. Pero creo que los números que diré lo confirma.
Hay 168 horas en una semana. Veinticuatro veces siete son 168 horas. Eso es mucho tiempo. Si trabajan a tiempo completo, 40 horas a la semana, duermen ocho horas por noche, así que 56 horas a la semana, que deja 72 horas para otras cosas. Eso es mucho tiempo. Trabajan 50 horas a la semana, eso deja 62 horas para otras cosas. Si trabajan 60 horas quedan 52 horas para otras cosas. Trabajan más de 60 horas. ¿están seguros?
Hubo un estudio que comparó las semanas de trabajo de la gente con registros de tiempo. Encontraron que la gente que decía tener 75 horas extras estaban de descanso casi 25 horas.
Pueden adivinar en qué dirección, ¿verdad? De todos modos, en 168 horas a la semana podemos encontrar tiempo a lo que nos importa. Si quieren pasar más tiempo con sus hijos, quieren estudiar más para una prueba, quieren hacer ejercicio por tres horas y dos de voluntariado, sí se puede. Y eso es incluso si están trabajando mucho más que horas de tiempo completo.
Tenemos mucho tiempo, lo cual es genial. No necesitamos tanto tiempo para hacer cosas increíbles. Pero cuando muchos de nosotros tenemos poco tiempo, ¿qué hacemos? Sacan el teléfono, ¿verdad? Comienzan a eliminar correos electrónicos. O si no, holgazaneamos en casa o vemos televisión.
Pero los pequeños momentos pueden tener gran poder. Pueden usar su poco tiempo por fragmentos de alegría. Tal vez está eligiendo leer algo maravilloso en el autobús de camino al trabajo. Tuve un trabajo que requería dos viajes en bus y un paseo en metro cada mañana, iba a la biblioteca los fines de semana para tener algo que leer. Hizo toda la experiencia casi, casi, agradable. Los descansos en el trabajo pueden usarse para meditar o rezar. Si la cena familiar es imposible debido a su loco horario de trabajo, quizás un desayuno familiar podría ser un buen sustituto.
Se trata de mirar la totalidad del tiempo y ver dónde puede estar lo bueno. Realmente lo creo. Hay tiempo. Incluso si estamos ocupados, tenemos tiempo para lo que importa.
Y cuando nos centramos en lo que importa, podemos construir las vidas que queremos en el tiempo que tenemos.
Gracias.
Magnífico artículo Pía.
Me ha ayudado mucho a tomar conciencia de mis prioridades reales, y de mis prioridades ideales.
Cambiaré mi hábito de organizar la agenda, por el de poner mis prioridades en el sitio que le corresponden.
Enhorabuena y gracias por tu publicación.
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Cuanta razón tiene. A menudo las cosas más sencillas y de sentido común son las que se nos escapan. Nuestro tiempo es uno de los bienes más preciosos que tenemos. No se puede vender ni comprar, cada uno es responsable del tiempo que ha recibido.
Gracias Pía por recordarnos la importancia de usarlo en las personas y cosas que realmente importan.
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A la hora de realizar actividades de tiempo libre podría ser interesante realizarse un masaje corporal. Algo importante para priorizarse y pasar tiempo de calidad con uno mismo, que es un aspecto que se suele dejar de lado a la hora de organizar nuestras agendas.
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