Alimentación
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Desayuno: Las pilas puestas para el cole

Hay muchos niños en España que no desayunan o lo hacen mal. Y la primera comida es de vital importancia para su desarrollo y rendimiento escolar, como han demostrado diversos estudios. Ingerir los alimentos adecuados nada más levantarse ayuda a cubrir los requerimientos energéticos y nutricionales del niño y mejora su rendimiento intelectual y físico, cuentan con mayor capacidad de atención y concentración en clase y previene contra la obesidad y el sobrepeso.

20minutos.es

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A pesar de todos los beneficios de un buen desayuno, un 8% de niños acude al cole sin haber ingerido ningún alimento nada más despertar. Muchos sólo toman un vaso de leche. Y son muy pocos (un 7% de niños y adolescentes) los que realmente mantienen un desayuno equilibrado.

Los motivos para no desayunar son muy variados, como apunta la Asociación Española de Pediatría (AEP).

Los casos:

Hay niños y adolescentes que explican que no tienen sensación de hambre nada más levantarse de la cama; a otros les falta tiempo para desayunar, sobre todo los adolescentes; algunos prefieren almorzar con sus amigos en el recreo, y hay chicas y chicos  -cada vez más- que no desayunan para adelgazar. Desde bien pequeños el desayuno debe ser un momento fácil, divertido, rico y bien preparado.

El desayuno debe cubrir el 25% de las necesidades nutricionales del niño. Se puede repartir en dos ingestas: la primera y más completa en casa o en la escuela, en caso de no poder desayunar en casa, y otra más ligera a media mañana (el tentempié o almuerzo en la hora del recreo).

Es la primera comida del día: se ha de plantear bien

Un buen desayuno admite muchos tipos de alimentos. Sin embargo, para conseguir un desayuno de alta calidad nutritiva la Fundación Thao recomienda que incluya:

  • Un lácteo (un vaso de leche o yogur o queso fresco, bajos en grasa): La leche aporta grasa, proteínas de gran calidad, calcio y vitaminas, elementos esenciales para el crecimiento de los niños. Lo mejor es que sean bajos en grasa.
  • Farináceos (pan, tostadas, cereales de desayunos (con poco azúcar y chocolate) galletas María -mejor si son integrales por ser ricos en fibra-. Son la principal fuente de energía, la gasolina que necesita el cuerpo para moverse, pensar y trabajar. Además, son ricos en hidratos de carbono, apenas contienen grasa y aportan gran variedad de vitaminas del grupo B.
  • Una fruta natural entera o su zumo. Resultan indispensables para la salud y el bienestar, por su gran aporte de fibra, vitaminas y minerales y sustancias de acción antioxidante (vitamina C, E, beta-caroteno, licopeno, etc …). Tienen una función reguladora.

Un-desayuno-nutritivo

  • En ocasiones: jamón, aceite de oliva y de forma muy moderada dulces (azúcar, miel, mermelada, chocolate, cacao)
La ‘media mañana’ o ‘tentempié’: ¡no sustituye el desayuno!

Puede ayudar a completar un desayuno, a veces, insuficiente. Tiene que ser un complemento del desayuno que se toma al empezar el día, y nunca reemplazarlo. Debe ser ligero: una fruta o un yogur o un bocadillo (dependiendo de lo que se haya tomado por la mañana) y agua.

Pautas para empezar a desayunar bien:

Para lograr un desayuno saludable y equilibrado no sólo se trata de incorporar los alimentos más adecuados, sino también de adquirir unas normas y pautas de conducta que ayudan a la familia a no saltarse esta primera comida del día. Estas son las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría para ello:

  • Desayunar es un hábito, una rutina que debemos incorporar a nuestro día a día. Y, como todos los hábitos, se aprende. Al repetirse de igual forma cada día acaba por aceptarse como algo que se hace.
  • Los padres siempre son un modelo para los hijos. Por eso, ellos también deberían hacer un buen desayuno y, en lo posible, compartir mesa con los niños y adolescentes.
abc.es

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  • Hay que levantarse con tiempo suficiente y que los niños hayan dormido lo suficiente. No se necesita mucho tiempo para desayunar. Basta con 10 o 15 minutos. Y para que todo resulte más fácil, se puede incluso dejar algunas cosas preparadas desde la víspera.
  • Empezar poco a poco, para que no se marchen a la escuela sin desayunar nada. Si les cuesta hacer el desayuno completo pueden tomar, al principio, lo que les resulte más aceptable: puede ser un vaso de leche con cereales o galletas; o un batido de yogur y fruta; o pan con aceite y embutido; o una pieza de fruta; o incluso algún resto apetitoso de la cena del día anterior. Luego, sin prisas, se añaden alimentos nuevos.

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