El desayuno ideal
- El 49% eligen el sabor
- El 40% realiza un desayuno completo -café o té, tostadas y fruta- para no picar entre horas.
- El 33% son más clásicos y optan por una taza de leche con galletas o cereales.
- Los que desayunan sólo café o té «y poco más» son un 23%.
- Los que se dan un homenaje a base de embutidos y huevos un 4%.
El desayuno no se disfruta con calma
Casi el 60% simultanean el desayuno con el obligado repaso diario a las redes sociales, entre las que Whatsapp se alza como triunfadora. El 29% aprovecha para hacer otras tareas en la cocina -como preparar el tupper para comer o recoger la casa-, y el 12% se declaran fieles a la televisión.
«Desayuno sí» vs «Desayuno no»
Las consecuencias inmediatas para la minoría «no desayunadora»: un hambre voraz -45%-, mal humor durante el resto del día -29%-, e incluso, flojera física -21%. Los efectos de saltarse el desayuno se contraponen a las sensaciones de los que sí desayunan: más energía -51%-, mente más despierta -24%- y mejor humor -casi un 25% de mujeres reconocen ser «más simpáticas» después de haber desayunado.