Tengo que admitir que, al recordar el olor agradable de la lavanda, sólo podía pensar en un viejo armario de la casa de mis abuelos. Allí siempre hubo una bolsita a reventar de lavanda, bordada con una «M» y un cordel verde que amarraba fuertemente la parte superior la cual quedaba a merced del vaivén de la percha… y es que mi abuela la usaba contra las polillas de la ropa. Pero vivimos justo al lado de un enorme campo de lavanda fresca que me recuerda el verano y me encanta ese maravilloso olor y su color. Así que recientemente me he animado a recoger en plan bohemio un puñado de lavanda fresca y me he animado a hacer aceite de lavanda siguiendo la receta que me dio un amigo. Espero que te salga bien.
Para elaborar nuestro propio aceite de lavanda tan sólo necesitamos:
Flores frescas o secas de lavanda
Aceite de girasol, oliva, sésamo, etc…
Aceite fijador
1 tarro de cristal
1 tarro de cristal opaco
Varillas de madera
Para elaborar el aceite de lavanda pon las flores en el tarro de cristal y añade tanto aceite como sea necesario para cubrirlas por completo. Cerramos el tarro y lo dejamos en un lugar donde reciba la luz, aunque no de forma directa. Cada día lo vamos a mover bien y transcurridos 40 días ya lo podemos colar y lo conservaremos en un frasco de cristal opaco.
Si quieres hacer tu propio olor:
Cuelga el ramillete por el tallo boca abajo, sin las hojas, o bien todo un ramo atado y colgado al pomo de una puerta.
Una vez secas las flores, introduciremos los pétalos en un tarro de cristal que completaremos con aceites aromáticos (de lavanda, laurel, jengibre, almendra, eucalipto, clavo, etc…) y alguna que otra hierba medicinal y aromática. A tu gusto.
Incorpora un aceite fijador, para conseguir que el aroma permanezca durante más tiempo.
Introducir todo en un recipiente cerrado herméticamente, que agitaremos al menos una vez al día.
Pasado un mes, ya tienes el ambientador listo.
Pon la mezcla en bolsitas de tela para que pueda transpirar, o bien en frascos de cristal de los que tengas en casa pero con tapón- y ábrelos cada cierto tiempo para esparcir la fragancia por las habitaciones.
Los restos de lavanda seca, puedes usarlos como detalle de decoración.
Propiedades del aceite de lavanda:
Aunque yo lo estoy usando como Mikado con unas varillas sus propiedades van más allá. Puedes usarlo como:
Antiséptico
Analgésico
Cicatrizante
Dolor de cabeza
Dolores en lumbares
Dolores reumáticos
Efecto relajante
Enfermedades de la piel
Eccemas
Hematomas
Heridas y cortes
Llagas
Picaduras de insectos
Pies cansados
Quemaduras
Mírate este video sobre cómo hacer las bolsitas de lavanda para los armarios:
Espero que te haya ayudado este pequeño truco casero. Y ya sabes, cualquier consulta que quieras hacerme puedes mandarme un mail a info@piaorganiza.es y estaré encantada de poder ayudarte.

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La lavanda tiene muchas propiedades beneficiosas para salud de las personas. Además de su buen aroma, las esencias que se consiguen mediante esta planta podrán ayudarte en tu día a día, consiguiendo desintoxicarte mejor de los estímulos externos negativos.
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