Cuando hay más cantidad en el mar, la tentación de pescar más es mayor, cumplir horarios, respetar los límites de pesca y tener los documentos en regla son otros de los requisitos que deben cumplir.
Al sector le perjudica el furtivismo. Los propios Guardacostas reconocen que es muy difícil controlarlos y todo para abastecer un mercado deseoso de este manjar que puede llegar a superar los 50 euros el kilo en diciembre.