Este sábado ya tienes plan: hacer el Calendario de adviento

El próximo domingo 3 de diciembre está al caer. Si lo tomas con tiempo puedes preparar ideas maravillosas, baratas y creativas. Y es que, los Calendarios de Adviento nos endulzan el tiempo de espera previo a Navidad. Una tradición alemana, que cada vez es más popular.

Primero: Te cuento la historia

Los orígenes del Calendario de Adviento se remontan al siglo XIX en la Alemania protestante. Fue en 1920 cuando los niños –que hasta entonces encendían una vela cada día del adviento– tienen acceso a una nueva y divertida forma de soportar la ‘espera’: el juego de las veinticuatro puertas con veinticuatro sorpresas. Detrás de las ventanitas muchas veces se escondían imágenes de María y José u otros motivos de la tradición cristiana, que poco a poco fueron reemplazándose por paisajes nevados, personajes, etc… para conquistar el mercado internacional. El Calendario de Adviento más grande del mundo se encuentra en Leipzig. Las puertas de este calendario miden dos por tres metros. (Para conocer un poco más su historia puedes consultar: dw.com)

Y ahora a triunfar en casa con alguno de estos Calendarios de Adviento.

Aunque nuestro favorito es el del papel de mapamundi que te encontrarás más abajo, fíjate en todas estas opciones. Siempre aportan alguna idea y de lo que encuentres por casa, con todo lo que verás a continuación, estoy segura de que sorprenderás este Primer Domingo de Adviento a todos. ¡Que disfrutes!

Cualquier papel, periódicos, tebeos, restos de bolsas a reciclar, libros viejos que no se puedan dar al almacén del colegio o a Cáritas, plástico de pompas-bubbles, folios usados, etc… Rotulador de punta gorda y un modelo de tipografía en la pantalla de tu ordenador o ipad.

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Palos: pueden ser ramas secas o palos más perfeccionados y pintados; lana de restos o cordel del costurero o del hilo de atar la carne y cajitas. Si tienes niños pueden hacerla en la tarde del sábado. Lo han dado en clase: cómo se cierra un cubo, no te dejes engañar. Dominan el tema.

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Un cuadro cualquiera de casa, le pegas un papel en tonos rojos o verdes –siempre será más navideño– y cuando tengas las pastas del horno –por cierto no te olvides de hacerles el agujero para la cinta antes de hornearlas, es lo clave en esta pieza– completas la maniobra. La bolsita blanca la puedes evitar o bien hacerla con folios blancos o reutilizados. Chincheta roja y alehop! Ya lo tienes. los números están hechos con fondant. Puedes entrar aquí: un-buen-fondant.

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La arpillera no te debe condicionar: cualquier tela que haya por casa, retales o restos, uniformes destrozados que ya no tienen salida, ropa de verano y camisetas que no se pueden rescatar. Aquí lo interesante es la pintura y la forma que hagas: corazón u otro símbolo que te llene y guste. Con un bote de pintura roja tienes de sobra. Calcula los pinceles y corta a la perfección la tela. Esos detalles son los que marcan la diferencia.

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Coge un cuadro de la habitación de los niños que lo forras con una cartulina de tal color o bien compras uno en los almacenes baratos o en Leroy Merlín; Bolsas de craft (suelen ser packetes de 25 ud.); pinzas o clips negros, cordón, revistas viejas y… tijeras ¿para qué? Para entresacar de las revistas cosas divertidas o que te recuerden el tiempo de Adviento: tú eliges y ellos pegan, por ejemplo. Y el que tenga mejor letra que ponga los números ¡ojo!… antes de rellenar los sobres con contenido.

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Más barato imposible… pero… requiere que desde hoy guardéis todos los rollos de papel higiénico del mundo… o bien, si te pilla el toro…un truco casero y resultón es pasearse por los baños del cole y coger todos los vacíos cada día.

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Por Dios qué cosas más monas: pues eso, abre cajones, mira qué es lo que ya no se usa tanto para decorar y que puede dar una alegría volverlo a ver en otro entorno y… sigue la composición que ves en la imagen y la gama cromática. Sobres blancos, números impresos en tu impresora y recortados, detalles para el recuerdo, cordel y una tabla tapizada en casa con cola y buen tiempo de secado.

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Telas entonadas, algún botón, lana, aguja gorda, guata, tijeras de buen cortar y tus pinzas de la ropa.

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Estos barquitos –aquí son cubos y formas– yo los hice el año pasado con papel de periódico doble y el número lo pusimos en unas cartulinas rojas recortadas en círculos y pegadas en el casco del barco. Atados con el cordel de cocina y unas ramitas verdes. Ideales. Créeme. 1 hora.

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Claro, que siempre existen otros niveles… los regalitos y objetos son geniales en esta propuesta. Pero, me repito, busca tus conceptos, acércate más a la Navidad que a un cumpleaños y … las pizarritas son el toque original.

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El detalle del festón en la pinza combinado con las rojas es único.

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Este es muy típico pero uno de los más rápidos y fáciles de montar (sirve para cada año), ahora, necesitas 24 calcetines. Ya ves que lo de las pinzas de madera resuelve papeleta. Las venden en todas partes y los llaveros en cualquier papelería o tienda de materiales de manualidades.

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Este Calendario de Adviento requiere más tiempo y un espacio donde colgarlo. Sólo has de tener las herramientas adecuadas o… un carpintero conocido que te corte la madera y te prepare los enganches correctos para las cestas: yo te sugiero que te haga unos aretes de hierro desmontables que se enganchen en la madera con un par de tornillos de modo que al acabar el adviento puedas desmontarlo, guardarlo y reutilizarlo el siguiente año. Elige una buena tipografía y ¡a pintar!. Me gusta el toque con ramitas verdes.

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Puedes reutilizar cualquier juguete o estructura de madera que ya tengan los niños y que pueda quedar bien sobre la mesa. Hay tiendas de barrio que venden mobiliario de pino ‘crudo’ y es probable que si les llevas una maqueta dibujada te puedan troquelar una forma que te convenza a ti para celebrar el Adviento… se trata de ser creativa. Seguro que sale. Si tienes tiempo hay sitios en los que bordan los números y si se te hace una montaña: dibújalos con pintura para tela color oro (necesitarás probablemente 1 o 2 capas)

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Con los babis viejos de los niños o con retales comprados al peso en tu tienda de barrio.

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Más sencillo imposible!!!

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Este me ha encantado, el tema es colgarlos del techo y de tal forma que nadie se tropiece… en esta foto, aparentemente, no se puede abrir bien una de las puertas. Haz un cálculo, con papel y lápiz, especialmente cuando vayas al campo a por la rama, que luego en casa es complicado de cortar.

Si quieres, puedes mandarnos a infoPiaSweetHome@gmail.com  fotos de tus creaciones para subirlas al facebook y que se compartan.