elmundo.es – La famosa firma catalana, nacida en 1770, reinventa su chocolate con los nuevos sabores (curry, trufa blanca, galleta o sésamo negro con yuzu) creados por Alber Adrià.

Ángel Velasco, propietario de Xocolata Jolonch. (elmundo.es)
Si le dijera que el chocolate a la piedra más antiguo de Europa no está en Suiza, sino en España, ¿me creería? Pues hágalo. Concretamente, se encuentra en el municipio de Agramunt, en Lleida (Cataluña). Una pequeña villa con una arraigada tradición pastelera y turronera. Allí, por el año 1770, empezó a elaborarse la que hoy se considera la marca de chocolate más antigua del mundo, Xocolata Joloch.
Casi dos siglos y medio después, Xocolata Jolonch sigue en pie, y las manos que lo elaboran siguen haciéndolo con la misma dedicación de antes, cuidando cada detalle para no perder la calidad de antaño, cuando sus fundadores importaban las semillas de cacao de la lejana Guinea Ecuatorial y se molían sobre una piedra (de ahí el nombre). Hoy, la materia prima viene de diferentes procedencias y su composición no alberga artificios: harina, cacao y azúcar.